LOS SIGNOS DEL ZODIACO Y EL TAROT Los Arcanos Mayores son arquetipos pasivos si no actúan los planetas. Todo lo que tiene que ver con cualidades humanas nos lo dan los planetas, como la energía y la espiritualidad. Son lo fundamental de la tirada. Para que se activen los signos, se necesitan los planetas, que son los que actúan. El sendero de involución (o emanación creadora) lo dan los signos. El sendero de evolución (desarrollo de la conciencia a través del raciocinio: la mente, Mercurio, el Loco), lo dan los planetas. Cada signo mira a su opuesto. Los Arcanos del 1 al 12 indican un camino de involución, que son los signos zodiacales. Del 13 al 22 indican un camino de evolución, que son los planetas. Signo Zodiacal Arcano Planeta Regente Arcano Aries El Emperador Marte La Torre Tauro La Emperatriz Venus La Suma Sacerdotisa Géminis Los Enamorados Mercurio El Loco Cáncer El Carro Luna La Luna Leo La Fuerza Sol El Sol Virgo El Ermitaño Mercurio El Loco Libra La Justicia Venus La Suma Sacerdotisa Escorpio El Mago Plutón El Diablo Sagitario El Sumo Sacerdote Júpiter La Rueda de la Fortuna Capricornio El Mundo Saturno La Muerte Acuario La Templanza Urano La Estrella Piscis El Juicio Neptuno El Colgado Cada signo del Zodíaco se complementa y trabaja junto con su opuesto: Aries-Libra, Tauro-Escorpio, Géminis- Sagitario, Cáncer-Capricornio, Leo-Acuario y Virgo-Piscis. Se da una complementariedad con una identidad, que es la que da el Ascendente (el Ascendente es el Yo, y el Descendente son los otros). En cada era se manifiestan ambos, el signo en sí en el primer milenio, y su complementario u opuesto en el segundo. La polaridad del mundo se manifiesta en los signos duplicados. La misión de los símbolos del Tarot es recuperar los arquetipos, volver a la realidad, a la verdad de las cosas. Aries (el Emperador) es el Fuego de la Verdad, y Libra la Justicia. Marte (La Torre) es la Voluntad de Poder, activa el amor a la verdad, da energía, anhela la Verdad y se impulsa a ella a través de la Voluntad. A la Justicia se accede por mediode la armonía y del arquetipo de lo Bello (Venus - la Sacerdotisa). Libra integra la relación de los opuestos. La Sacerdotisa aporta la característica de la clarividencia, la intuición de la belleza propia de lo femenino. Estos arquetipos: Verdad y Justicia, se manifestaban en la Era de Aries (del siglo VII al V a. de C. por antonomasia). Tauro (la Emperatriz) es la Tierra, la Naturaleza Madre, la capacidad de fertilizar y perseverar dando la vida, y de nutrir dándonos todo cuanto necesitamos para vivir. Venus (La Sacerdotisa) tambien dota a la Emperatriz, la reina Tierra de belleza y explendor, pero sobre todo el placer de vivir lo mejor de la vida, que nos proporcione el goce seguro del seno materno; por lo tanto, saber vivir la realidad que toca, aceptarla tal como es y vivirla con gratitud valornado lo que nos da la Tierra como experiencia. La Emperatriz y la Sacerdotisa representan lo más femenino de la Naturaleza, la energía-vida y amor-sabiduría canalizadas a través de la intuición, nos adentran en los mejores momentos (fértil) de la vida, como los ritos de paso de las diferentes edades. Hay pues que aceptar lo bello como arquetipo, ante la realidad de la muerte. Podemos transformar los frutos y la belleza que nos da Venus, siendo tentados por el Diablo plutoniano; si no somos tentados, jamás podremos valorar lo bueno que la vida nos otorga. El Placer se complementa con el dolor que producen los cambios y la transformación que representa Escorpio (el Mago). El placer de vivir es lo opuesto al dolor. Escorpio nos pone a prueba, es la muerte psíquica del hombre y la siembra de las semillas de la tierra. Se trata de la transformación psíquica a través de las pruebas (El Diablo (Plutón) tienta al Mago) que la vida nos pone como proceso de excreción, de todo cuanto está muerto y no sirve, teniendo pérdidas cuanto más dolorosas cuanto más apaego se tiene. La enfermedad, y la muerte nos permite transformar el significado de las experiencias profundizando en ellas. La muerte es lo opuesto a la vida como polaridad, pero no en esencia, porque la Vida es Una, y la Muerte sólo es cambio de un estado a otro estado de la vida, es como pasar la orilla de un lado de la vida a la otra. El Paraíso con Adán y Eva y la tentación de ésta a Adan para comer del Fruto del Arbol del Bien y del Mal, así como el mito de Pandora encarnan perfectamente este eje de la Vida-Tauro y de la Muerte-Escorpio. Géminis (los Enamorados) simbolizan la Dualidad de la Mente-Mercurio (El Loco) que busca el conocimiento (Mercurio) y se plantea las grandes preguntas sobre la existencia; la mente doble ve reflejada en sí misma toda la realidad de forma dual; pero la intuición del Sumo Sacerdote (Sagitario) puede divisar un horizonte más amplio que trascienda la división, y pueda aprehender la unidad y un conocimiento universal del propio hombre, de sus estructuras sociales y del universo. Desde esta perspectiva puede imbricar su existencia a través de la Rueda de la Fortuna (Júpiter), que muestra el destino en proceso de su propio Karma. El Sacerdote sacraliza y ritualiza esa realidad que tenemos. La conciencia abraza a la vida, y la mente la expone dándole forma existencial. Cáncer (el Carro) es el Nacimiento, donde encarna la vida,El Auriga guía su carro y sus caballos por el camino de la vida hacia la meta de Capricornio (el Mundo) es la Muerte física (Saturno). El Carro y el Mundo simbolizando a la vida y a la realización de ésta, son Puertas solsticiales, una por donde se nace y otra por donde se muere-realización. Según los neoplatónicos como Porfirio enel “Antro de las Ninfas”, dice que la Puerta de Cáncer es el nacimiento de los hombres y la muerte de los dioses, y la Puerta de Capricornio es la muerte de los hombres y el nacimiento de los dioses. La Muerte (Saturno) representa el destino final porque el tiempo es la esencia del destino, “es la imagen móvil de la eternidad” según Platón. Luna (Vida) y Saturno (la Muerte): nacimiento y muerte, siempre van unidos, y son fundamentales a la hora de expresar los sentimientos. ¿De dónde nacen los vivos?: de los muertos; y los muertos de los vivos. El Triunfo del Mundo es una de las cartas más complejas y completas por este motivo, porque representa la realización del hombre. Capricornio tiene la virtud de la Prudencia como sabiduría que se alcanza a través de la experiencia, la Carta del Mundo del Rider representa a un andrógino dentro de la Orla de la Vida, dazando al ritmo de los Cuatro Elementos que le rodean. La Luna otorga al Alma la Sensibilidad (que traemos de otras vidas) que ha de ser contenida por la otra virtud Cardinal de la Templanza (Cáncer y Capricornio son de cualidad cardinal), de Cáncer y la Pruedencia objetiva de Capricornio. En el Mundo de Capricornio, Saturno, da forma definitiva a la mente y a la cultura, así como a la civilización que ésta crea y establece desde la familia lunar. Lo propio de este Eje simbolizado por estas cartas es terminar de complementar la sensibilidad de la cadena anterior lunar, y darle forma inteligente a la mente como instrumento racional de la conciencia(Saturno- Mundo). Leo (la Fuerza) representa sin duda la parte animal del hombre, que tiene que ser domeñada para alcanzar la identidad propia del ser humano. Ese dominio de la fiera, nos da la fuerza moral, mediante el Sol que confiere voluntad de ser y de existir, pero también amor-eros. y su opuesto Acuario (la Templanza) indica que se ha dominado esta parte animal, la consecución de la individualidad. La Templanza es conseguir el equilibrio entre los sentimientos (parte animal) y la parte racional (mente). Al final del recorrido por la Rueda Zodiacal, la conciencia que representa el Sol alcanza a convertirse en una Estrella como Hércules, o el Aguador, el Andrógino de Acuario, es decir, que el ser humano ha aprendido a ser hombre y ha devenido en un Hombre Perfecto o Andrógino, el Angel de la Templanza y de la Estrella, en el cual se equilibran en sí misma el mundo sensible (afectivo) y el mundo inteligible de la mente pura. Conciencia e individualidad (Leo-Fuerza-Sol) se convierten en una Estrella (Acuario-Urano) de la que emana la Luz espiritual. En cada encarnación expresamos la conciencia, según el signo que que hemos elegido para encarnar según nuestro depósito de semillas Kárrmicas que el Loco porta en su atillo cargado a los hombros. Acuario amplia la individualidad a la sociedad, siendo consciente de que formamos parte de la humanidad, que no somos nadie sin los demás, y se convierte en un Filántropo, que sirve a la Humanidad, porque se siente fraternalmente de la misma naturaleza y unido a toda ella (La Estrella). Virgo (El Ermitaño) es la División y la Razón, y Piscis (El Juicio-Resurreción) es la Unidad y la Fe. En el Ermitaño encontramos que la mente (El Loco de Mercurio) empieza a buscar orientación y en su búsqueda, duda, analiza todo, hasta el extremo de llegar a la atomización. Juzga y critica con la luz del farolillo (intuición píscica) del que se tiene que guiar y se sostiene con lel baston de las experiencias espiriutales ya vividas. Si no mira hacia la fe de La Resurrección y de la permanencia del alma después de esta vida Piscis no podrá salir del mundo mental del relativismo y escepticismo. El Triunfo del Colgado (Neptuno) como el sacrificio por amor universal, no sirve de nada adentrarse en los arquetipos que la mente del Ermitaño busca. Cuando el hombre empieza a plantearse el sentido de la vida despierta la chispa del Fuego de Aries a través de los Arquetipos planetarios, los cuales tienen su esencia estelar así mismo en las Constelaciones o Estrellas que circunvalan el Zodíaco. La ecuanimidad de la mente (Mercurio) va buscando el conocimiento (El filósophos) Sagitario) en la tierra, pasando previamente por las pruebas (inciaciación) de la personalidad de Escorpio. Cuando se adquiere el conocimiento se convierte en sophos, se hace sabio (Capricornio). Una vez que se ha adquirido la sabiduría, alcanza la andróginia (Acuario-la Estrella. Está en la búsqueda de sí mismo y del conocimiento a través de la justicia que equilibra mente y sentimientos (Librra) y de las pruebas. Al final lo pone en el Mundo, porque el conocimiento se instituticionaliza en estados, lo que hace posible que el hombre organizado en las sociedades, avance en el conocimiento, la ciencia, y la universalidad de la filantropía. La Individualización le hace al hombre universal. El Mercurio psicopómpico es la parte superior de la alquimia (que es la transformación que tiene que conseguir el hombre que va buscando la llama). Busca la Justicia. A través de la ecuanimidad de la mente (Mercurio) dual (Géminis) va buscando el conocimiento (Sagitario) en la tierra (la Emperatriz). Antes del conocimiento (el Sacerdote), hay que pasar por pruebas (el Mago) de la personalidad. Cuando se adquiere el conocimiento se hace sophos, se hace sabio (el Mundo). Una vez que se ha hecho sabio se hace andrógino (Acuario-la Estrella). Cuando el hombre empieza a plantearse las cosas, empieza a evolucionar a través de los planetas (la Justicia). Está en la búsqueda de sí mismo y del conocimiento a través de la justicia y de las pruebas. Al final lo pone en el Mundo, porque el conocimiento se hace estatal, lo que hace posible a un hombre organizado en las sociedades, así como la universalización y la humanidad. La enfermedad en el Tarot: Las enfermedades se crean primero con los ideales (que se generan por la forma de vida que elegimos). Casas relacionadas con la salud: La carta que sale en la casa 1 indica cómo empezó la enfermedad y cómo se vive. La casa 6 es la enfermedad aguda pero pasajera. La casa 8 indica la crisis ante la enfermedad. La casa 12 indica las enfermedades crónicas (mortales). ZONAS QUE RIGEN LOS SIGNOS ZONAS QUE RIGEN LOS PLANETAS Aries: Cabeza, cara y dientes. Tauro: Cuello. Géminis: Laringe y faringe. Cáncer: Tórax y esófago. Leo: Sistema circulatorio de ida, desde las arterias. Virgo: Intestino delgado y grueso. Libra: Riñones. Escorpio: Aparatos reproductores. Sagitario: Caderas, sacro, fémur, muslos. Capricornio: Sistema óseo. Acuario: Sistema circulatorio de vuelta de la sangre al corazón. Piscis: Pies. Sol: Ojos y corazón. Luna: Mamas y estómago. Mercurio: Sistema nervioso central y sistema respiratorio (pulmones y bronquios) Venus: Útero, ovarios, hormonas femeninas. Páncreas (la que regula el azúcar) Marte: Músculos, ligamentos y tendones. Sangre. Órganos sexuales masculinos. Júpiter: Hígado, páncreas, vesícula. Saturno: Piel, reumas, depresiones, complejos inferioridad, fobias, frigidez y rigidez. Urano: Sistema nervioso autónomo. Neptuno: Sistema linfático (defensas) Plutón: Aparato excretor.
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