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Astrología Esotérica y Hermetismo: Sekhmet la fuerza del destino
sábado, 21 de junio de 2014
SIMBOLOGIA DEL TAROT
HIMNO A RA
Cuando Ra navega en su Barca Celeste* (los circuitos-orbes), la paz se extiende por los vastos Cielos... Los enemigos son derribados y la Paz reina en torno tuyo.* Los Genios planetarios recorriendo sus órbitas cantan tu gloria*. Y cuando desciendes en el Horizonte, detrás de las montañas del Oeste, los genios de las estrellas Fijas se posternan ante ti y te adoran...* Grande es tu Hermosura al alba y por la tarde*, ¡oh tú, Señor de la Vida y del Orden de los Mundos!* !Gloria a ti, Oh Ra, cuando te levantas en el Horizonte y cuando por la tarde, semejante a Tum, te acuestas! ¡Pues en verdad, tus rayos son hermosos cuando desde lo alto de la Bóveda celeste te muestras en todo tu esplendor! ... He aquí que eres coronado Rey de los Dioses*. La diosa del Océano celeste, Nut, tu Madre, se posterna, en adoración, ante ti*. El Orden,
domingo, 15 de junio de 2014
KABALA
http://despiertaalfuturo.blogspot.com.es/2011/04/la-kabala-es-la-clave-de-los-eventos.html
Según Stuar El Arbol de la Vida manifiesta el descenso divino como un relámpago desde Kether, la primera emanación o corona, a través de las restantes sefiroth, hasta llegar a Malkuth, la Tierra o el Reino Terrenal. Para reunirse con el Ser Supremo, el alma debe retroceder por ese mismo camino, atravesando las sefiroth, lo cual supone un largo y fatigoso ascenso, dificultado por numerosísimos obstáculos. Esta concepción es semejante a la que sostenían los griegos. La herencia griega durante la Edad Media, se manifestaba en un universo que constaba de nueve esferas concéntricas, se atribuía la esfera exterior a Dios, la segunda a las estrellas fijas, y las restantes correspondían a cada uno de los siete planetas entonces conocidos. La más interior o central pertencecía a la Luna y contenía nuestro mundo, el cual no se consideraba como esfera aparte. Los cabalistas estuvieron influidos por las teorías pitagóricas sobre la importancia de los diez primeros números. Para que las esferas planetarias conicidieran con las sefiroth y los números del 1 al 10, imaginaron la Tierra como una esfera en sí misma, de modo que se correspondiese en el Arbol de la Vida con Malkut – la Tierra-. A esta agregaron las siete sefiroth correspondientes a otros tantos planetas; Hokmah o la sabiduría divina, quedó vinculado a la Esfera de las Estrellas o Zodiaco y Kether, la Corona, a Dios. El alma procedente del todopodroso, descendía por las esferas e iba absorbiendo las caraterísticas de cada una de ellas, como una nueva piel. Así de Venus tomaba el amor; de Mercurio, la inteligencia; etc. llegaba finalmente a la Tierra, donde se apropiaba de una última capa o piel, el cuerpo físico. Ya se había convertido en una imagen en miniatura del universo, correspondiendo cada una de sus capas a una esfera o sefira. Una vez dentro del cuerpo, el alma ansiaba volver a us punto de origen, ascender de regreso por las esferas para reunirse con dios. El alma puede iniciar su ascenso mediante el dominio de ciertos conocimientos y técnicas. El esquema de las esferas concéntricas permite apreciar que, debido a la disminución gradual de su poder y dignidad a medida qu ese reduce su tamaño según nos vamos aproximando a Malkuth, es preciso lograr una inmensa expansión de la conciencia, superando progrsivamente todas las etapas de su trayecto desde el círculo interior al exterior..
Según Stuar El Arbol de la Vida manifiesta el descenso divino como un relámpago desde Kether, la primera emanación o corona, a través de las restantes sefiroth, hasta llegar a Malkuth, la Tierra o el Reino Terrenal. Para reunirse con el Ser Supremo, el alma debe retroceder por ese mismo camino, atravesando las sefiroth, lo cual supone un largo y fatigoso ascenso, dificultado por numerosísimos obstáculos. Esta concepción es semejante a la que sostenían los griegos. La herencia griega durante la Edad Media, se manifestaba en un universo que constaba de nueve esferas concéntricas, se atribuía la esfera exterior a Dios, la segunda a las estrellas fijas, y las restantes correspondían a cada uno de los siete planetas entonces conocidos. La más interior o central pertencecía a la Luna y contenía nuestro mundo, el cual no se consideraba como esfera aparte. Los cabalistas estuvieron influidos por las teorías pitagóricas sobre la importancia de los diez primeros números. Para que las esferas planetarias conicidieran con las sefiroth y los números del 1 al 10, imaginaron la Tierra como una esfera en sí misma, de modo que se correspondiese en el Arbol de la Vida con Malkut – la Tierra-. A esta agregaron las siete sefiroth correspondientes a otros tantos planetas; Hokmah o la sabiduría divina, quedó vinculado a la Esfera de las Estrellas o Zodiaco y Kether, la Corona, a Dios. El alma procedente del todopodroso, descendía por las esferas e iba absorbiendo las caraterísticas de cada una de ellas, como una nueva piel. Así de Venus tomaba el amor; de Mercurio, la inteligencia; etc. llegaba finalmente a la Tierra, donde se apropiaba de una última capa o piel, el cuerpo físico. Ya se había convertido en una imagen en miniatura del universo, correspondiendo cada una de sus capas a una esfera o sefira. Una vez dentro del cuerpo, el alma ansiaba volver a us punto de origen, ascender de regreso por las esferas para reunirse con dios. El alma puede iniciar su ascenso mediante el dominio de ciertos conocimientos y técnicas. El esquema de las esferas concéntricas permite apreciar que, debido a la disminución gradual de su poder y dignidad a medida qu ese reduce su tamaño según nos vamos aproximando a Malkuth, es preciso lograr una inmensa expansión de la conciencia, superando progrsivamente todas las etapas de su trayecto desde el círculo interior al exterior..
sábado, 14 de junio de 2014
SIMBOLISMO ASTROLOGICO DE LOS CUATRO ELEMENTOS
SIMBOLISMO MITICO Y FILOSOFICO DE LA ASTROLOGIA: LOS CUATRO ELEMENTOS ¿Qué es la Vida?. Antes que la Vida existiera, existía el Caos, la Oscuridad, el No Ser. La Vida viene a la existencia con el rayo de Luz del Pensamiento divino y se expresa como Luz, que en Metafísica se la considera el SER y la EXISTENCIA manifestada del SER. La Vida y la Luz son una misma cosa y se les atribuye las mismas propiedades. A la emanación de la Vida, los griegos la llamaron Naturaleza. Como la Vida es Una, los conceptos de Vida (Eros-Tauro) y Muerte (Tanatos-Escorpio) son relativos ya que son los ciclos en los que la Vida manifiesta su emanación. Pero la Naturaleza de nuestro globo, que es una forma peculiar de Vida, expresa su devenir en el flujo y reflujo alterno de los Cuatro Elementos del que nos hablan todas las culturas antiguas. La Vida de la Naturaleza (Gea, o Diosa para las mitologías antiguas) era para las cosmogonías míticas ese Ser creado por los Cuatro Elementos que representaban a los “Cuatro Reinos de la Naturaleza: reino mineral, vegetal, animal y humano”. Esta concepción de los reinos implicaba que con sus especies y géneros eran parte de sí misma como identidad, así que la consideraban como un ser vivo que los griegos llamaron soma al reino vegetal, psiquis al reino animal; y al humano le concedían el término noético porque participa del reino de los daimones o dioses. Empédocles (siglo V a.d.c.) dice: “Cuatro son las raíces de todas las cosas: Zeus (fuego), Hera (tierra), Edoneo (aire) y Nestis (agua), no hay nacimiento ni muerte, sino sólo mezcla y disolución de los elementos y nacimiento, que es como lo llaman los hombres, pues no puede nacer algo de la nada, ni es posible que algo muera por entero. El Uno se dividió en muchos y luego a partir de los muchos se vuelve Uno. Unas veces reuniéndose todos los seres en Uno por la atracción magnética del Amor, otras separándose por la fuerza de la repulsión del Odio. De modo que el Amor (atracción) y el Odio (repulsión) por turno, dominan en la evolución. Cuando los elementos físicos están reunidos existe el cuerpo y, cuando se disgregan, es la muerte. Al final de cada ciclo los elementos son los mismos, que pasan unos a través de otros y nacen así cada vez de una forma. De estos elementos vienen cuantas cosas fueron, son y serán: minerales, vegetales, animales, hombres, dioses, astros… Así el Uno y lo múltiple son dos etapas que alternan cíclicamente, marcadas por el predominio del Odio o el Amor… el Amor está la semilla del Odio, y en éste se halla así mismo la semilla de aquél (el ying yan oriental). En el momento en que la Naturaleza se manifiesta empiezan a tener personalidad los cuatro elementos que provienen de uno sólo”. Heráclito completa estos fragmentos diciendo que la muerte del Fuego, es el nacimiento del Aire y la muerte del Aire el nacimiento del Agua, y se tendría que añadir, que a ésta le sucede el nacimiento de la Tierra. El Uno por su Voluntad (Aries) se dividió por el Amor (Tauro) y se manifestó en muchos (Géminis) – se forma así la primera Tríada-; y luego (pasando por los Signos del Zodíaco, le llega el turno a Escorpio) el Odio (la Muerte), que se vuelve a integrar en el Uno (resucita en Piscis). Amor (Tauro) y Odio (Escorpio) por turno oscilan vibrando con plasticidad porque sus variadas formas se adaptan al medio en que se desenvuelve la vida (Aire); elasticidad, porque toma formas variadas que van cambiando a lo largo del tiempo (Agua); homogeneidad en una vida única pues todas las formas de vida participan de la misma sustancia, de la misma naturaleza (Fuego); e inmóvil (Tierra) ya que lo abarca todo y lo contiene todo, no puede moverse pero vibra, permitiendo que las formas se desplacen en ella. . Cuatro Elementos que tienen su raíz en el mismo Elemento (El Eter) que se haya en permanente generación de formas (ley universal regida por Marte). De ellos, devienen cuantas cosas fueron, son y serán: minerales, vegetales, animales, hombres, dioses, astros. Todas las formas conocidas proceden del Amor; se disgregan por el Odio; y al Uno han de volver por medio del Amor. Por tanto, la generación producida por el Uno –el universo, se muda cíclicamente, por el predominio del Odio o del Amor alternativamente. En el Amor está la semilla del Odio, y en éste se halla así mismo la semilla de aquél. Así Eros (Tauro) y Tánatos (Escorpio) son dos modos de manifestación cíclica de la Vida: nacimiento y muerte es el eterno retorno de la Rueda Zodiacal, la perpetua generación polarizada de la Vida, de la cual el Destino participa de esa ciclicidad de EROS-Día-Vida-Naturaleza-Manvántara y de TANATOS-Noche-Muerte-Sueño-. Entonces para Empédocles la Naturaleza se crea a partir de los cuatro alquímicos y astrológicos Elementos (Fuego, Aire, Agua, Tierra) que mezclados dan forma a toda la creación; no hay pues nacimiento ni muerte, sino sólo mezcla y disolución de los elementos: no puede nacer algo de la nada, ni es posible que algo muera por entero.¿De dónde nacen los Vivos?: de los Muertos. ¿Y los Muertos?: de los Vivos. ¿Qué es la Muerte, entonces? Puede concebirse como el cambio de formas que se produce porque existen innumerables clases de ellas, todas participando de la misma sustancia y desplazándose en ella. En nuestro lenguaje astrológico y simbólico se trata de la mutación de los elementos: fuego, aire, agua y tierra, unos en otros tal y como nos legaron los filósofos presocráticos. La simbología astrológica que subyace en la raíz de todo tipo de simbología, representa cada uno de los planos o reinos de la naturaleza con sus diferentes formas de expresión: el reino mineral-tierra, el reino vegetal-agua, el reino animal-aire y el reino humano-fuego. De esta manera los Cuatro elementos se verán reflejados en nuestras capacidades cognitivas cuya ontogénesis reproduce la filogénesis, siguiendo la Ley de la Analogía: fuego la intuición; aire, mente-razón; agua-mundo afectivo; y tierra las plasmación de los anteriores. En el transcurso de la mudanza de cada uno de estos planos, estados o principios se produce un caos o corrupción que podemos llamar muerte, la cual se asocia a la obscuridad, la separación, a la noche.
SIMBOLISMO DE CIBELES
LA DIOSA MADRE: REA O CIBELES
La Cibeles romana era una adaptación de la Rea griega, esposa de Cronos e hija de Gea y de Uranos formaba parte de la Primera Dinastía Olímpica, constituída ésta por los Doce Titanes (seis Titanes: Océano, Hiperión, Ceo, Clío, Japeto y Cronos; y las Titánidas: Temis, Tetis, Menmosina, Febe, rEa y Tea). los tres Cíclopes y los tres Hecatónquiros. Rea y Saturno no eran llamados los padres de los dioses, sino los “abuelos”; en cambio se llamaba Padre de todos los Dioses al hijo de ambos, su hijo Zeus, que junto a su esposa Hera formará con su prole, la Tercera Dinastía Olímpica, destronando a su padre Cronos. Por tanto Rea era llamada la Gran Madre, o la Abuela de los Dioses, quedando el atributo de Madre de todos los Dioses a la esposa de Zeus, Hera. Desde el aspecto de la entidad, Gea era la Tierra o Materia Primordial, de la cual todo se origina, en la tradición mítica este tipo de diosa encarna a la Luna, la Gran Madre de la Tierra, siendo de este modo Rea, hija de Gea, la Tierra propiamente hija del Cielo-Uranos. En cambio, cuando a estas diosas se la considera desde la entidad de la Tierra se manifiesta Gea como la Tierra misma generando a la Primera Dinastía de Dioses o Fuerzas de la Naturaleza o Leyes capaces de ordenar y regular la vida; a Rea formando parte de la Segunda Dinastía como el principio generador de la Naturaleza agreste en estado primitivo con sus reinos mineral, vegetal y animal; mientras Hera sería la productora de la vida en la Tierra regida por el Hombre, al cual enseñará a cultivarla su Hermana Deméter. Por eso esta diosa se antropomorfiza encarnando el modelo de la esposa y madre en la mujer. Una tercera aproximación al significado mítico de la Diosa, se refiere al Mitema como elemento irreductible, repetitivo y constante de las Tres Diosas encarnadas por la Luna, la Tierra y por Venus, expresadas la Tierra con el Signo de Tauro, Luna su exaltación y de Venus su regente, que toman matices diferentes según el Signo de la Era en la que se desenvuelva el mito. De esta manera, Hera junto a Zeus generan la Tercera Dinastía de dioses, la cual se halla relacionada con el mundo humano, -la antropomorfizzación) con el tiempo protohistórico, con los dioses, semidioses y héroes de la civilización indoeuropea, que no solamente pactaron con los hombres, sino que les enseñaron las Misteriosas Leyes de la Naturaleza. Los Dioses de esta Tercera Dinastía son: Ares, Hefaistos, Atenea, Las Parcas, Las Horas, Las Nueve Musas, Las Tres Gracias, Hermes, Apolo, Artemisa, Perséfona, Cástor y Pólux. (en las fábulas de estas tres Dinastías se encierra el misterio de los orígenes de la Quinta Raza –Tercer Dinastía-, de la Tercera-Cuarta Razas, -primera y Segunda Dinastías-). Rea junto a Saturno regiría el proceso de evolución de la Edad de Oro, esto es de las Tres primeras Razas humanas, sobre todo la Segunda y Tercera acaba de formarse como ser con “huesos”y sexualmente diferenciado, la Tierra y todos los seres vivos que contenía se iba solidificando. Rea forma parte por tanto, de la Primera Dinastía de Dioses como Hija de Gea, y de la Segunda como esposa de Cronos y Madre, en la llamada Edad de Oro –tal y como la llama Hesíodo, los trágicos. Esta etapa aconteció cuando no existían las Estaciones y la Tierra estaba conformada por el Agua Primordial de la Luna, cuyo proceso se hallaba regida por Uranos, esposo de Gea. Su sucesor Saturno y su esposa Rea, son pues, los genitores de la cristalización de la Tierra y de todas sus cadenas, fundamentalmente la del Hombre, como “modelo de todas las cosas”, a los cuales les sucede Zeus que desposó a Hera. A partir de este momento la Tierra se divide en Continentes, y Zeus al principio dueño del Eter y Señor de toda la Tierra heredada de Saturno, se ve obligado a repartir el reino junto a sus hermanos: así distribuye los manantiales, las fuentes, los mares y océanos capaces de dar vida y vitalidad a los seres que iban a vivir en ella, a Poseidón; y las profundidades de la Tierra donde se regeneran concretizándose y especializándose más en su trabajo, esto es, en sus nogmos correspondientes, en los cuales van a regir desde entonces, en el nuevo orden establecido: la consolidación física de los cuatro elementos, que en un principio formaban parte del caos, o masa de agua; vapor que iría convirtiéndose en una especie de masa gelatinosa (Gea), para terminar solidificándose (Rea). De esta manera, la Tierra que se consolida o cristaliza, (Rea través de sus Cuatro Hijas: Afrodita, que junto a Saturno tuvo la virtud de dar forma definida a las Cadenas de vida, confiriendo a la Tierra el orden a la naturaleza, sobre todo la forma mental del Hombre, pues ella presidió el injerto de la chispa mental o capacidad razonadora en éste. Demeter o la Agricultura, -pues una vez que Zeus termina venciendo a su hermanos, esto es, que el Aire regula todo el proceso atmosférico y climático ordenando todos los demás procesos de la Tierra, al mismo tiempo que el hombre ya separado en sexos al principiar la Cuarta Raza puede vivir en la Tierra habitable, es cuando aparecen estas Diosas-. Deméter encarna a la Tierra cultivada y fecunda, cuyo proceso natural se adaptaba a los misterios femeninos como proceso de fecundación y de regeneración espiritual, lo que se llamarán los Misterios de Eleuises en Grecia, puesto que Perséfone, su hija, encarna la muerte y transformación de la Naturaleza, simbolizando los misterios femeninos y sus ciclos.
martes, 12 de julio de 2011
EL ORACULO DE DELFOS
En el frontispicio del templo de Apolo en la Grecia clásica rezaba el siguiente adagio: "Ayuda a la Naturaleza y trabaja con ella, porque ella te considerará uno de sus creadores y te obedecerá, pues ante ti abrirá de par en par las puertas de sus recintos secretos y pondrá de manifiesto ante tus ojos los tesoros ocultos en las profundidades mismas de su seno puro y virginal."
lunes, 11 de julio de 2011
LAS SIETE LEYES UNIVERSALES
Sobre las Siete Leyes del Kybalión.
Los Siete Principios que ordenan nuestro Sistema Solar están regidos por los Siete Planetas esotéricos Sol, Mercurio, Venus, La Luna, Marte, Júpiter y Saturno.
1. Ley de Vibración. La existencia genera acción, y por tanto experiencia, es por eso que la conciencia evoluciona para reconocerse a sí misma como parte del Logos y la afirmación de otros estados de conciencia según los diferentes planos existentes. A mayor conciencia, mayor vibración; a más materia, la vibración es mucho más densa. Esta ley es la que nos permite transformarnos. La vibración es el magnetismo solar emitiendo la energía-vida, y amor-sabiduría. A más amor, a más conocimiento, a más experiencia, mayor conciencia, entonces mayor vibración, más energía, más vida. El pensamiento divino vibró y creo, generando el Uno. Lo rige el Sol.
2. La Ley de la Polaridad, nos permite entender la dualidad de la mente humana que participa (Ley de Semejanza-) de la Mente Universal (Ley de nuestro Sistema Solar). Todo en nuestro sistema es polar: la ausencia de luz es la oscuridad, y tenemos el día y la noche como dualidad esencial de los astros Sol y Luna. Mas, venimos de la unidad y necesitamos experimentar la imperfección para conociendo la dualidad volver a la unidad después de haber completado los ciclos de vida necesarios para conseguir dicha conciencia. Lo rige el Dos y la Señora de la Noche, la Luna.
3. La Ley de La Mente Universal. Nuestro Sistema Solar es Mental, y a él pertenece nuestra Cadena evolutiva y nuestro Globo Terrestre, de manera que nuestra Mente participa en el discernimiento y el sentido de pertenencia al Sistema, siendo una imagen creada del Logos por su propia Voluntad (Ley de correspondencia). Luego, participamos de la Voluntad de existencia del Logos, lo que nos permite el discernimiento de quienes somos y del Amor que conlleva ser hijos partícipes de su creación. Es el Número Tres, y está regida por Mercurio.
4. Ley del Ritmo o de los Ciclos, para advertir la progresión como avance y la retrogradación aparente, con un ritmo y cadencia propia del karma de cada persona, ser vivo, globo, o sistema. Así, nuestro karma a veces parece que avanza, retrocede, o se estanca. Saber nuestras etapas de desarrollo y los ciclos en los que nos hallamos es vital para conocernos. Siendo así, que no hay nada mejor para esto que la Astrología, ya que es la Ciencia de los Ciclos y Leyes de la Naturaleza uniendo el microcosmos con el macrocosmos según la Ley de Semejanza o Analogía. Este principio del Cuatro, estaría regido por Venus.
5. Ley de Género. Los sexos se caracterizan por su polaridad producida por la atracción magnética, mediante la cual, se procrean los seres vivos, bien sea de nuestro Globo terrestre específicamente, o cualquier sistema solar del cosmos; luego es la Ley de la Generación- Regeneración.Lo encarna el cinco y lo rige Marte.
6. La Ley de semejanza, es la Ley filosófica y astrológica por excelencia, pues “así es abajo como es arriba, en la tierra como en el Cielo” reza el adagio hermético. Es la Ley que nos permite participar en la unidad de todo el Sistema Solar, y es el Hilo de Ariadna, la intuición, que nos conecta con todo lo creado. Está regido por el Seis y éste por Júpiter. 7. La Ley del Karma. Fluyendo la inquietud sobre nuestro destino surge espontáneamente la Ley del Karma como proceso de nuestra experiencia, pues a cada causa le sucede un efecto y la consecuente retribución, por consiguiente, todo lo bueno o malo que hacemos nos es devuelto tarde o temprano, en una misma encarnación o en muchas, si las aptitudes son persistentes, pero desconocemos cuándo, ni dónde ocurrirá este ley de la Justicia Universal. Ahora bien, dependiendo del karma individual, se desarrolla el karma personal de la presente encarnación que a su vez se viven activados y modificados por el karma colectivo (espacio-país y tiempo-historia. Todas las jerarquías de seres existentes obedecen a dicha Ley, hasta los dioses. Principio regido por el Siete y éste por Saturno.
Los Siete Principios que ordenan nuestro Sistema Solar están regidos por los Siete Planetas esotéricos Sol, Mercurio, Venus, La Luna, Marte, Júpiter y Saturno.
1. Ley de Vibración. La existencia genera acción, y por tanto experiencia, es por eso que la conciencia evoluciona para reconocerse a sí misma como parte del Logos y la afirmación de otros estados de conciencia según los diferentes planos existentes. A mayor conciencia, mayor vibración; a más materia, la vibración es mucho más densa. Esta ley es la que nos permite transformarnos. La vibración es el magnetismo solar emitiendo la energía-vida, y amor-sabiduría. A más amor, a más conocimiento, a más experiencia, mayor conciencia, entonces mayor vibración, más energía, más vida. El pensamiento divino vibró y creo, generando el Uno. Lo rige el Sol.
2. La Ley de la Polaridad, nos permite entender la dualidad de la mente humana que participa (Ley de Semejanza-) de la Mente Universal (Ley de nuestro Sistema Solar). Todo en nuestro sistema es polar: la ausencia de luz es la oscuridad, y tenemos el día y la noche como dualidad esencial de los astros Sol y Luna. Mas, venimos de la unidad y necesitamos experimentar la imperfección para conociendo la dualidad volver a la unidad después de haber completado los ciclos de vida necesarios para conseguir dicha conciencia. Lo rige el Dos y la Señora de la Noche, la Luna.
3. La Ley de La Mente Universal. Nuestro Sistema Solar es Mental, y a él pertenece nuestra Cadena evolutiva y nuestro Globo Terrestre, de manera que nuestra Mente participa en el discernimiento y el sentido de pertenencia al Sistema, siendo una imagen creada del Logos por su propia Voluntad (Ley de correspondencia). Luego, participamos de la Voluntad de existencia del Logos, lo que nos permite el discernimiento de quienes somos y del Amor que conlleva ser hijos partícipes de su creación. Es el Número Tres, y está regida por Mercurio.
4. Ley del Ritmo o de los Ciclos, para advertir la progresión como avance y la retrogradación aparente, con un ritmo y cadencia propia del karma de cada persona, ser vivo, globo, o sistema. Así, nuestro karma a veces parece que avanza, retrocede, o se estanca. Saber nuestras etapas de desarrollo y los ciclos en los que nos hallamos es vital para conocernos. Siendo así, que no hay nada mejor para esto que la Astrología, ya que es la Ciencia de los Ciclos y Leyes de la Naturaleza uniendo el microcosmos con el macrocosmos según la Ley de Semejanza o Analogía. Este principio del Cuatro, estaría regido por Venus.
5. Ley de Género. Los sexos se caracterizan por su polaridad producida por la atracción magnética, mediante la cual, se procrean los seres vivos, bien sea de nuestro Globo terrestre específicamente, o cualquier sistema solar del cosmos; luego es la Ley de la Generación- Regeneración.Lo encarna el cinco y lo rige Marte.
6. La Ley de semejanza, es la Ley filosófica y astrológica por excelencia, pues “así es abajo como es arriba, en la tierra como en el Cielo” reza el adagio hermético. Es la Ley que nos permite participar en la unidad de todo el Sistema Solar, y es el Hilo de Ariadna, la intuición, que nos conecta con todo lo creado. Está regido por el Seis y éste por Júpiter. 7. La Ley del Karma. Fluyendo la inquietud sobre nuestro destino surge espontáneamente la Ley del Karma como proceso de nuestra experiencia, pues a cada causa le sucede un efecto y la consecuente retribución, por consiguiente, todo lo bueno o malo que hacemos nos es devuelto tarde o temprano, en una misma encarnación o en muchas, si las aptitudes son persistentes, pero desconocemos cuándo, ni dónde ocurrirá este ley de la Justicia Universal. Ahora bien, dependiendo del karma individual, se desarrolla el karma personal de la presente encarnación que a su vez se viven activados y modificados por el karma colectivo (espacio-país y tiempo-historia. Todas las jerarquías de seres existentes obedecen a dicha Ley, hasta los dioses. Principio regido por el Siete y éste por Saturno.
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